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Los niños necesitan encriptación en la Internet de hoy en día.

Tenemos que dejar de cerrar los ojos ante lo obvio: La encriptación es la mejor herramienta para proteger los datos de nuestros hijos.

Los padres que usan Internet actúan como niños pequeños cuando juegan al "escondite": Los niños pequeños sólo se cubren los ojos cuando se esconden, pensando que si no pueden verse a sí mismos, nadie más puede verlos tampoco. Así es como los padres manejan los datos de sus hijos: Cuando almacenan eventos y fotos en servidores online, se dicen a sí mismos que sólo ellos pueden acceder a los datos. Después de todo, está protegido con una contraseña.


Proteger los derechos de privacidad de los niños

En septiembre del año pasado, Google fue multado con una suma récord de 170 millones de dólares por violar los derechos de privacidad de los niños en YouTube. Los reguladores argumentaron que Google había recolectado ilegalmente información personal de niños y la había usado para obtener beneficios al dirigirse a ellos con anuncios.

Aunque es una buena señal que Google sea castigado por violar los derechos de privacidad de los niños, es necesario hacer mucho más para proteger a los niños y sus datos.

La constante recopilación e indexación

Hoy en día hay una generación que está creciendo y cada movimiento, cada evento de la vida, cada enfermedad o recuperación es registrada, almacenada y analizada en línea - no sólo por los padres, sino también por Google, Facebook y otros.

Esta colección ya contiene una cantidad inestimable de datos privados que están al alcance de los anunciantes, futuros empleados, seguros de salud u otros agentes malintencionados. Si queremos que nuestros hijos se conviertan en adultos libres, necesitamos protegerlos de esta excesiva recopilación de datos que alimenta la máquina publicitaria que ya está influyendo en tantas decisiones, no sólo con respecto a la próxima lista de la compra, sino también con respecto a la política.

Jugando al ‘Hide and Seek’ con datos

Al nacer en la época pre-internet, nuestro calendario familiar se mantuvo como una copia impresa, las fotos de las vacaciones se pegaron en los álbumes de fotos. Una copia digital de mi infancia no existe.

Es muy diferente para los niños de hoy: Los calendarios familiares se almacenan en línea, las fotos se comparten a través de correos electrónicos o mensajes, a veces incluso se publican en los medios sociales. Sin su consentimiento, almacenamos la vida de nuestros hijos en servidores de empresas de publicidad que dejan estos datos abiertos a los ataques de corporaciones, agencias de espionaje del gobierno y otros.

Los padres hoy en día actúan como niños pequeños cuando juegan al ‘Hide and Seek’: Los niños pequeños sólo se cubren los ojos cuando se esconden, pensando que si no pueden verse a sí mismos, nadie más puede verlos tampoco. Así es como los padres manejan los datos de sus hijos: Cuando almacenan eventos y fotos en servidores online, se dicen a sí mismos que sólo ellos pueden acceder a los datos. Después de todo, está protegido con una contraseña.

La amenaza a nuestra sociedad

Este manejo descuidado de los datos de los niños es una amenaza para nuestra sociedad. Dejar estos datos fácilmente disponibles para las corporaciones tecnológicas y otros riesgos que los actores de mala reputación construirán perfiles extensos sobre todos nuestros niños - su educación, sus hábitos, su salud, sus antecedentes sociales, básicamente todo.

Estos perfiles pueden - y serán - abusados para manipular a nuestros hijos como consumidores, pero también como votantes. Las campañas de publicidad política durante las elecciones de EE.UU. de 2016 han demostrado lo peligroso que es esto para cualquier sociedad libre y democrática.

La encriptación como un faro de esperanza

Algunos políticos, como Barr cuando propuso la Ley Gánatelo, demonizan la encriptación como si fuera utilizada por actores maliciosos para aprovecharse de nuestros hijos. Este alarmismo es una traición al público sobre quiénes son los verdaderos enemigos en línea: Corporaciones y gobiernos que usan los datos para crear perfiles y lanzar campañas de manipulación. El objetivo final es el control.

Entonces, ¿qué queda por hacer? Podemos seguir cerrando los ojos ante las verdaderas amenazas online. O podemos empezar a hacer un cambio usando alternativas respetuosas de la privacidad a los servicios principales.

En contraste con tal alarmismo, la encriptación es la mejor herramienta que tenemos para proteger los datos de nuestros hijos. Cuando se utiliza un calendario encriptado o un correo electrónico seguro para almacenar y compartir datos, los padres pueden estar seguros de que nadie está recogiendo los datos de sus hijos y abusando de ellos de una manera u otra.