Cómo la web libre alimenta las teorías conspirativas.

Los anuncios automáticos financian nuestra web gratuita ayudando a que las peores partes de la web sean más populares.

Los anuncios automatizados permiten a los malos actores de la web no sólo hacerte consumir sus contenidos, sino que incluso les ayudan a ganar dinero y a construir todo un segmento de negocio basado en el sensacionalismo y las noticias falsas. Ya sea sobre la negación del cambio climático o las conspiraciones de vacunación, el software de publicidad automatizada financia a los productores de contenido sensacionalista permitiéndoles prosperar.


La web gratuita tiene un precio

El software de publicidad automatizada ha liberado la web: Mientras que en el pasado los medios de comunicación vendían directamente sus espacios publicitarios a los anunciantes, hoy en día todo productor de contenidos, todo bloguero, puede ganar dinero utilizando software de publicidad automatizada como Google Ads para mostrar anuncios en su sitio web y, de este modo, ganar dinero con sus contenidos online.

Sin embargo, todos conocemos el refrán “Si sangra, conduce”. Esto no sólo es cierto para las agencias de noticias tradicionales, sino también, por supuesto, para la World Wide Web. De hecho, la web se ha adaptado tan perfectamente al mantra “Si sangra, conduce” que supera a cualquier medio de comunicación tradicional.

La web libre alimenta el sensacionalismo

Google y Facebook, dos de las empresas más exitosas de Internet, han construido la mayor parte de su éxito optimizando sus algoritmos de tal manera que a los consumidores de sus productos se les presenta cada vez más contenido sensacionalista a través de su feed para hacer que los usuarios permanezcan en sus plataformas el mayor tiempo posible.

El tiempo que un usuario pasa en cualquier plataforma gratuita significa dinero para esta plataforma: Cuanto más tiempo permanezca el usuario, más anuncios se pueden mostrar.

Como consecuencia, la web gratuita alimenta el sensacionalismo. Si servir dopamina es la única forma de captar la atención de un cerebro aburrido, no es de extrañar que las empresas online de más éxito hayan optimizado sus feeds en consecuencia o que muchos blogueros se centren en el sensacionalismo. Al igual que en los mercados, donde hay demanda, la oferta le sigue.

El más ruidoso gana

A muchos blogueros no les importa que lo que vendan sea desinformación. Para ellos, el contenido es un mero producto. Su objetivo principal es ser el centro de atención durante el mayor tiempo posible. Y eso significa ser ruidoso y polémico.

Los productores de contenidos sensacionalistas tienen más posibilidades de ganar dinero con la visualización de anuncios automatizados que los productores de contenidos neutrales y basados en hechos.

El sensacionalismo y las teorías conspirativas son las fuentes de ingresos de muchos blogueros online.

Impulsados por las redes sociales

Gran parte del éxito de los teóricos de la conspiración ha sido impulsado por las redes sociales, ya que estas plataformas están perfectamente optimizadas para el contenido sensacionalista. Como se ha dicho antes, cuanto más tiempo pase un usuario en la plataforma, más pueden aumentar sus ingresos por publicidad.

Aunque algunas plataformas de medios sociales están empezando a prohibir los sitios web relacionados con la conspiración, por ejemplo, los perfiles relacionados con QAnon están siendo prohibidos en muchas plataformas de medios sociales desde finales de 2020, los teóricos de la conspiración siempre encuentran otras plataformas para impulsar su contenido.

Sin embargo, las plataformas solo prohíben el contenido más extremo. La desinformación y las noticias falsas siguen siendo ampliamente compartidas.

Teorías conspirativas y algoritmos

La pandemia del COVID19 ha disparado la desinformación en todo el mundo. Sin embargo, este acontecimiento también ejerció una gran presión sobre las plataformas de las redes sociales, que las obligó a suspender cuentas, eliminar cientos de publicaciones y vídeos, y añadir infoboxes para ayudar a los usuarios a encontrar información fiable. Google incluso anunció que dejaría de publicar anuncios en historias que difundían teorías conspirativas sobre el coronavirus que habían sido desmentidas.

Sin embargo, hasta ese momento “se han repartido enormes cantidades de dinero entre los teóricos de la conspiración, los medios de comunicación “alternativos” y los propios gigantes tecnológicos”, como informa Press Gazette.

Además, siempre se tarda en desmentir las teorías conspirativas, en suprimir las cuentas o en eliminar la información errónea.

En cambio, los algoritmos subyacentes, optimizados para el sensacionalismo, apoyan la difusión de noticias falsas y teorías conspirativas.

Como resultado, el sensacionalismo y las teorías de la conspiración tienen la ventaja. Esto se alimenta de cómo funciona la web libre, de cómo el seguimiento de anuncios y la optimización de contenidos basada en los perfiles de los usuarios están influyendo en las personas y, por tanto, en las sociedades.

Cómo funciona el seguimiento de anuncios

El precio que todos pagamos por disfrutar de una web gratuita es el seguimiento de anuncios. Al permitir que los sitios web rastreen cada clic que hacemos en línea, se nos rastrea, se nos hace un perfil y luego se nos orienta con contenidos o anuncios adecuados. Por eso pedimos que se prohíba la publicidad basada en la vigilancia.

Este modelo de negocio, llamado capitalismo de la vigilancia, no sólo te hace gastar dinero en cosas que quizá no necesites, sino que también permite que lo peor de la web siga creciendo.

Cambiar los algoritmos

Para arreglar la web, debemos cambiar los algoritmos. Una web optimizada para el sensacionalismo seguirá contribuyendo a la difusión de la desinformación, las noticias falsas y las teorías conspirativas.

Aunque ya tenemos muchos sitios web de comprobación de hechos, sería mucho mejor si los servicios web simplemente no se optimizaran para el sensacionalismo.

Necesitamos una nueva web en la que los contenidos falsos y engañosos se marquen como tales o se eliminen por completo al instante.